Historia de las Edades de 13th Age (Decimocuarta parte): La Duodécima Edad
La Duodécima Edad: La Edad de las Incursiones Demoníacas
Durante esta Edad, ya fuera por las maquinaciones de la
Diabolista o por una conjunción planar que anuló las defensas mágicas del
Archimago, se abrieron agujeros infernales por todo el Imperio. Fue una Edad de
tensa paranoia, pues uno nunca sabía dónde podía abrirse el próximo agujero infernal,
ya fuera en un paraje remoto o en el centro de la plaza del pueblo. Los
cazadores de brujas y los paladines de la Orden Dorada estuvieron muy ocupados
viajando por las tierras del Imperio y eliminando las infestaciones demoníacas
allí donde aparecieran.
El Rey Enano fortificó sus baluartes para protegerse de
posibles incursiones y ordenó la construcción de máquinas de guerra inanimadas para
preparar la inminente guerra contra los demonios. En el Bosque de las
Estrellas, la Reina Elfa consolidó su poder tras la guerra civil, reconociendo explícitamente
a las tres grandes facciones de los elfos y asegurándose públicamente su
lealtad, aunque el equilibrio político era delicado y los elfos oscuros seguían
albergando un gran resentimiento.
La situación se complicó en la segunda mitad de la Edad,
cuando en los territorios del sur se abrió un gran agujero que conducía
directamente al Abismo, el reino de los demonios; ejércitos de demonios
surgieron de las entrañas de la tierra; todo parecía perdido hasta que el Gran
Dragón Dorado se arrojó al Abismo para bloquear la brecha e impedir el paso de
los ejércitos demoníacos.
Incluso así, ejércitos enteros de demonios seguían sobre la
tierra, más de lo que las fuerzas conjuntas del Imperio y la Orden Dorada
podían contener. Entonces llegó el Rojo, incinerando todo a su paso, reduciendo
los ejércitos demoníacos a cenizas, y calcinando los territorios del sur, desde
entonces conocidos como el Yermo Rojo. La invasión del Abismo fue detenida,
aunque a un amargo precio.
Iconos de la Duodécima Edad
La Diabolista se reveló abiertamente durante esta Edad,
abandonando la corte y estableciendo su dominio en la antigua Marisma de
Poniente, ahora conocida como la Marisma Infernal.
El Destructor apareció en esta Edad. Algunos dicen que era un
simple soldado raso o un campesino que sobrevivió a la destrucción de su pueblo,
y que levantó un ejército de la nada vendiendo su alma a los Dioses de la
Oscuridad a cambio del poder necesario para destruir a los demonios.
El Rey Demonio era el general de los ejércitos demoníacos del
Abismo. Se dice que fue derrotado en la batalla final por el Gran Dragón Dorado
(algunos dicen que con la ayuda secreta de la Diabolista, que quería quitarse a
un rival potencial de encima).
El Cazador de Brujas se dedicaba a cerrar los agujeros
infernales, y tanto él como sus agentes estuvieron activos durante la primera
mitad de la Edad. Desapareció mientras se dirigía a la Marisma Infernal para
enfrentarse a la Diabolista y acabar con las incursiones demoníacas de una vez
por todas.
Leyendas, Legados y Amenazas
La mayoría de las máquinas de guerra enanas fueron destruidas
durante la batalla final en el Yermo Rojo, pero hay quien dice que una o dos
máquinas fueron poseídas por las energías demoníacas, cobraron conciencia
propia y ahora recorren los páramos desolados del Yermo Rojo como incansables
máquinas infernales que lo devastan todo a su paso.
La mayoría de los cazadores de brujas murieron en la batalla
final o se unieron al Destructor. Hay quien cree que estos cazadores de brujas
enseñaron al Destructor el secreto para cerrar los agujeros infernales.
La Cábala de la Diosa Llameante es una escisión de la
religión de la Diosa de la Luz surgida en esta Edad; sus seguidores son
fanáticos que consideran a la Diosa como una deidad vengativa que purgará el
Imperio de todo mal por métodos expeditivos.
Durante la plaga del final de la Edad se convirtió en una
costumbre llevar pesadas botas protectoras cubiertas con lonas, ya que se decía
que la plaga se sedimentaba en el suelo y podía absorberse por los pies e
incluso a través del calzado. Incluso hoy en día se conservan “patucos de
plaga” decorativos en la entrada de los hogares.
Como terminó la Edad
Una gran plaga generada por la Diabolista o algún Príncipe
Demonio de la Pestilencia asoló las tierras del Imperio. Ricos y pobres se
encerraron en mansiones y casuchas, respectivamente, y por todo el Imperio se
levantaron hospitales de plaga para atender a los enfermos, hasta que la
aparición de la Sacerdotisa puso fin a la plaga. Y así terminó la Edad.
Notas
- Según el canon de 13th Age, la Duodécima Edad termina con una plaga desatada por la Diabolista, lo que inspiró la idea de una Edad dominada por demonios (el Book of Ages hace algo similar, aunque en la versión de Book of Ages los dragones tienen un papel más prominente que aquí).
- Las máquinas de guerra de los enanos estilo dieselpunk fueron inspiradas por la estética de Warhammer y Mutant Chronicles.
- Los elfos obtienen un resultado icónico, así que la idea aquí es que la Corte de la Reina Elfa adquiere el estatus existente en la 13th Age, con la división de los elfos en tres facciones.
- La apertura del Abismo, el sacrificio del Gran Dragón Dorado y la destrucción causada por el Rojo son parte del canon de 13th Age.
- El Cazador de Brujas es una referencia a Solomon Kane, y a los cazadores de brujas de Warhammer Fantasy.
- La Cábala de la Diosa Llameante surgió durante la campaña, apareciendo de forma retroactiva como consecuencia de las manipulaciones temporales de uno de los PJ en la Novena Edad.
- Los “patucos de plaga” son una referencia a las mascarillas y a la pandemia del Covid-19, que estaba de actualidad cuando escribí esto
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