Historia de las Edades de 13th Age (Duodecima Parte): La Decima Edad
La Décima Edad: La Edad de los Corsarios del Mar de Hierro
Tras la lluvia de meteoros que siguió a la caída del
Emperador Terrible, el Imperio envió exploradores con lámparas mágicas creadas
por el Archimago para restaurar el orden en las provincias. El Archimago
descubrió que los meteoritos contenían materia celestial, y podían utilizarse
para fabricar instrumentos de navegación. Los instrumentos del Archimago no
sólo permitieron reconstruir el Imperio; los magos de Horizonte y los
exploradores pronto empezaron a usarlas para navegar más allá del Estrecho de
Koru, adentrándose en el Mar de Hierro, antes vedado a la navegación. Así fue
como el Imperio descubrió tierras remotas y los mercaderes comenzaron a comerciar con
ellas, siguiendo las boyas mágicas y faros celestes que marcaban las rutas
seguras. Grandes flotas mercantes partieron de los muelles de Torres Grises, Altarroca
y Puerto Brillante, y los comerciantes se hicieron enormemente ricos, pero eso
no benefició a las regiones más desfavorecidas del Imperio. En el Bosque
Salvaje, bandas de rebeldes y forajidos se aliaron con la Gran Druida y los
dragones verdes y crearon la República de los Corsarios, dominando la costa
suroriental.
En Forja, los enanos se dedicaron a explorar nuevamente el
Inframundo, donde crearon nuevas colonias y comerciaron con los reinos que
encontraron allí, aunque como el Rey Enano aún reclamaba la soberanía sobre el
Inframundo estas relaciones fueron algo tensas. Algunos enanos exiliados se
proclamaron corsarios de subsuelo y buscaron establecer sus propios dominios en
el Inframundo, aunque sin mucho éxito.
El descubrimiento de nuevas tierras con sus propios dioses llevó
a los clérigos de Santa Cora a declarar la Cruzada Ecuménica, buscando atraer
el mayor número de nuevas religiones a la ciudad. Esto ocasionó conflictos,
pues en un exceso de celo algunos misioneros se traían de vuelta iconos,
sacerdotes y templos enteros sin preguntar antes a los nativos.
Iconos de la Décima Edad
El Capitán de los Corsarios gobernaba la República desde la
ciudad de Muelle de las Gaviotas. Los corsarios desafiaban al poder imperial,
saqueando las naves de los mercaderes y en ocasiones incluso las ciudades
portuarias del Imperio.
El Príncipe Mercader era el más rico de los mercaderes, dueño
de un imperio comercial que se extendía de Puerto brillante a Altarroca.
El Rey del Mar era el rey de los sahuagines, a los que
gobernaba desde una ciudad submarina en el Mar de Hierro. Bajo su reinado los
sahuagines fueron una amenaza constante e incluso consiguieron romper los
hechizos protectores del Mar Interior e invadir las costas del Imperio.
La Serpiente era un dragona verde que aspiraba a sustituir al
Verde, y que formó una alianza con la Gran Druida y el Capitán de los
Corsarios.
La Exploradora era una famosa aventurera que recorrió el
mundo y cuyos relatos de tierras lejanas y éxoticas y fabulosos tesoros
atraparon la imaginación de las gentes del Imperio y animaron a otros a
embarcarse en sus propias expediciones.
Leyendas, Legados y Amenazas
Durante esta Edad se descubrieron numerosas tierras: la
Lejana Eld, tierra de bruma, druidas y pescadores; Fortuna, donde los objetos
mágicos gobiernan a los humanos; Mascarada, donde está prohibido mostrar la
cara al descubierto; Jardines Letales, cuyos pueblos y aldeas son edificados
con mazmorras vivientes; o Exilec, donde los nativos cultivan insectos
extradimensionales para usarlos como viviendas y herramientas. Es posible que
estos reinos aún existan, pero sin las lámparas mágicas que marcan las rutas
seguras, navegar por el Mar de Hierro es extremadamente peligroso.
Los enanos descubrieron otros reinos en el Inframundo: El
Reino Radiante, fundado por fugitivos de la Octava Edad; la Nación Fungaloide;
la Trasgocracia. Puede que estos reinos hayan sobrevivido, o hayan caído
durante las Edades posteriores.
Se dice que el Rey del Mar fue derrotado por una alianza
entre mercaderes y corsarios y que tras
una gran batalla naval fue llevado como trofeo a Puerto Brillante, donde se le
encerró en un mausoleo secreto, construido por el Príncipe Mercante como
recordatorio de su triunfo.
La Corona de Coral era un poderoso artefacto que según las
leyendas otorgaría el dominio del Mar de Hierro a aquel que se la ciñera.
Muchos compitieron por su posesión a lo largo de la Edad.
Como terminó la Edad
Los monstruos del Mar de Hierro destruyeron las boyas mágicas
y faros celestes, y atacaron las regiones costeras causando grandes maremotos y
terrible devastación. Muelle de las Gaviotas fue destruida y la República de
los Corsarios llegó a su fin; Altarroca quedó en ruinas, Puerto Brillante
perdió su esplendor y entró en decadencia, pasando a ser conocida como
Portoscuro. Y así terminó la Edad.
- Como la Edad anterior, esta Edad está sacada casi enteramente del Book of Ages. Una de las excepciones es la adición de Puerto Brillante. En nuestra campaña había establecido que Portoscuro una vez había sido un importante puerto mercante, y esta era una buena oportunidad para introducir este elemento.
- Aunque en el Book of Ages aparece una referencia al rey de los sahuagines, ya había introducido anteriormente en la campaña la historia del Rey del Mar y su derrota por los príncipes mercaderes de Puerto Brillante (los PJ encontraron su tumba y evitaron que los sahuagines lo resucitaran).
- Tanto Santa Cora como los No Muertos tienen resultados icónicos y de facción en esta Edad. Los moví a la siguiente para que esta Edad no estuviera demasiado sobrecargada; además, el comercio marítimo se ve favorecido si el Rey Exánime no está ahí para interferir desde su isla en el Mar Interior.
- La Cruzada Ecuménica es una parodia de la apropiación cultural y de los misioneros que evangelizan a golpe de crucifijo.
- Una de las casas insectoides de Exilec apareció en el Pozo de los Edades en nuestra campaña de Eyes of Stone Thief, aunque no es algo que se describa en la campaña original.
- Las colonias enanas no forman parte del Book of Ages. Quería dar algo que hacer a los enanos durante esta Edad. Los enanos también sacaron un resultado icónico que terminé moviendo a la Edad siguiente.
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