Historia de las Edades de 13th Age (Parte 8): La Sexta Edad

 


La Sexta Edad: La Edad de los Tambores de Guerra

La Sexta Edad fue una Edad de conflictos. En Axis, un nuevo Emperador se sentó en el Trono del Dragón, tras unificar los reinos humanos mediante la fuerza en algunos casos, o la diplomacia. En Santa Cora, se declaró la guerra a los cultos heréticos y sectas demoníacas. El Blanco se vio forzado al exilio tras perder su reino en Lunaria e intentó arrebatar el control de la Necrópolis al Rey Exánime, sin éxito: El Rey Exánime mató al Blanco y lo convirtió en su esclavo en la muerte. En el Supramundo, el Gran Dragón Dorado y los dragones métalicos fueron a la guerra contra los Tres dragones cromáticos en la Gran Guerra Dracónica.

Entre todos estos conflictos, cabe destacar el causado por el retorno del Señor Orco y su hueste de guerra. En Edades anteriores, los orcos se habían mantenido lejos del Imperio. Pero los Iconos que habían protegido el Imperio ya no existían, y los ejércitos orcos descendieron de las Montañas de la Escarcha como una plaga de langostas, arrasando todo a su paso. Echaron al Blanco de Lunaria y siguieron avanzando.

Los enanos fueron los siguientes en recibir el golpe de la hueste orca. De esta Edad datan los juramentos de venganza por los caídos, las hazañas desesperadas de los bravos guerreros enanos conteniendo la marea orca a las puertas de sus fortalezas asediadas, del entrechocar de hachas y espadas rúnicas contra mazas de tosco hierro y obsidiana.

En las Marismas de Poniente, la hechicera que había sido aprendiz de la Bruja del Pantano intentó detener el avance de los orcos recreando el hechizo protector de la Reina Elfa, lo que tuvo desastrosas consecuencias: El portal que abrió conducía al Abismo, el reino infernal de los demonios. Con los orcos avanzando desde el norte y agujeros infernales abriéndose en el oeste, los enanos no podrían resistir por mucho.

Entonces el Imperio vino en su ayuda. En Axis, el Emperador Rampante había renovado el pacto con los dragones metálicos, y los jinetes de dragón acudieron en ayuda de los enanos. Con ellos vinieron magos de batalla enarbolando sortilegios de guerra, y clérigos militantes de Santa Cora con sus armaduras benditas y sus invocaciones de retribución divina.

Mientras las legiones imperiales luchaban en las guerras del norte, el Rey Exánime decidió que había llegado el momento y envió sus ejércitos no muertos a conquistar el Imperio. Los muertos se alzaron en las ciudades y pueblos del Imperio, pero aún así el Imperio resistió. El propio Emperador se enfrentó al Rey Exánime y lo obligó a retroceder.


Iconos de la Sexta Edad

El Emperador Rampante refundó el Imperio y sentó las bases de la compleja burocracia administrativa que perduraría en Edades posteriores.

El primer Archimago apareció en esta Edad, un gnomo que durante la anterior Edad había estudiado el saber de la biblioteca de Puerta Pluma, la magia de sueños de los elfos y la alta magia del supramundo, para crear una red mística de hechizos protectores para defender al Imperio de las invasiones y otros peligros potenciales. 

El Gran Inquisidor gobernó Santa Cora durante esta Edad, buscando purgar la ciudad de toda desviación de la ortodoxia religiosa. A él se oponía el Hereje, que terminó siendo capturado y ardiendo en la hoguera. Hinchado de orgullo, el Gran Inquisidor intentó purgar la Necrópolis aprovechando que el Rey Exánime estaba ausente invadiendo el Imperio. Por desgracia, el Rey Exánime volvió antes de tiempo y se hizo un somier con los huesos del Gran Inquisidor.

El Guardabosques era un elfo que lideró la guerra de guerrillas contra los orcos en el antiguo Bosque de la Reina. Fue muerto por el Señor Orco, que le arrancó el corazón y se lo comió.


Leyendas, Legados y Amenazas

La Trinchera del Norte data de esta Edad: Un laberinto de fosos, cañadas y túneles sembrados de trampas para retrasar el avance de los orcos, que se extiende desde la ladera de Forja por los páramos del noroeste. Los viajeros que llegan a Forja desde el norte deben contratar a expertos guías enanos o dar un largo rodeo para sortear los peligros de la Trinchera.

Ubicada en una de las islas del Archipiélago de la Espuma, la ciudad de Alabastro era uno de los principales centros artísticos y comerciales del Imperio en esta Edad. Con el alzamiento de los no muertos fue abandonada y nunca se reconstruyó. Hoy es una ciudad de ruinas silenciosas conocida como la Ciudad de los Condenados.

Los actuales ritos funerarios del Imperio se establecieron en esta Edad, para evitar que los difuntos puedan ser reanimados por el Rey Exánime. Muchas criptas y cementerios están custodiados por “dragones de mausoleo”, dragones blancos en el exilio tras la caída de su Icono.

Se dice que los seguidores del Hereje y los perdedores durante la unificación se unieron a los rebeldes expulsados muchas Edades atrás constituyendo la Hermandad Juramentada. En el desierto, utilizaron magias geománticas para invocar al Ladrón de Piedras. La mazmorra reaparecería en esta Edad, devorando edificios emblemáticos como la Biblioteca de Puerta Pluma, el Palacio de los Espejos o el Templo de Grommar, el último de los maestros forjadores de Ideas enanos.


Como terminó la Edad

La Guerra del Supramundo alteró las corrientes etéricas, lo que unido a la sobrecarga de la red de hechizos protectores, y al exceso de magia ambiental generado por las guerras del Emperador, condujo a un cambio climático en todo el Imperio. Se produjo una desertización acelerada y las arenas cubrieron las tierras del Imperio Dragón. Y así terminó la Edad. 


Notas

  1. Casi todas las facciones obtienen algún en esta Edad, lo que me sugirió que es una Edad de guerra en múltiples frentes. Las luchas de orcos y enanos, y el auge del Imperio (el Imperio obtuvo un resultado de zenit en esta Edad), me hace pensar que esta Edad tiene ecos de Warhammer Fantasy Battles.
  2. La muerte del Blanco a manos del Rey Exánime es parte del ‘canon’ de 13th Age.
  3. Aunque no se afirme explícitamente en el texto, lo que aquí sugiero es que la hechicera de las Marismas de Poniente terminó convirtiéndose en la Diabolista; en el básico de 13th Age se sugiere que la Diabolista una vez fue humana, que es algo que siempre me ha intrigado.
  4. El Gran Inquisidor es producto de una tirada icónica de Santa Cora, y una referencia a los cazadores de brujas de Warhammer Fantasy. El Hereje es el resultado de una tirada icónica de rebeldes anti-imperio.
  5. El Guardabosques fue inspirado por los elfos del bosque de Warhammer Fantasy.
  6. La Trinchera del Norte está inspirada por la Línea Maginot.
  7. Los dragones de mausoleo están sacados directamente de 13th Age Bestiary.
  8. La Hermandad Juramentada es más conocida como el Culto del Devorador, una de las principales facciones de Eyes of the Stone Thief. Los rebeldes anti-Imperio tienen un resultado icónico aquí; aunque el Ladrón de Piedras no es un Icono, parecía lógico que es en esta Edad cuando lo invocan en el desierto.
  9. El templo/forja de Grommar constituye la base de uno de los niveles de Eyes de Stone Thief . La idea de los maestros forjadores de ideas pueden crear objetos que manipular conceptos metafísicos fue inspirada por mi objeto mágico favorito de la campaña, que se encuentra en este nivel, y que los jugadores jamás encontraron.
  10. El final de la Edad originalmente iba a ser una maldición críptica, pero tras decidir la temática de la próxima Edad, esto me pareció una conclusión más natural.

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