Historia de las Edades de 13th Age (Parte 7): La Quinta Edad
La Quinta Edad: La Edad del Ensueño Élfico
Tras la invasión de los enanos de fuego, la Reina Elfa decidió que debía adoptar medidas más drásticas si quería proteger a su pueblo. Volvió a la Laguna Bajo las Estrellas y allí realizó el más complejo y difícil de los sortilegios, uno que exigió todo su poder y agotó sus fuerzas. Después de aquello se sumió en un profundo sueño que duraría toda la Edad.
Pero incluso en sueños el espíritu de la Reina Elfa siguió guiando a su pueblo. Fue así como el Reino Elfo alcanzó su época de mayor esplendor. Bajamorada fue sin duda más poderosa e imponente, pero la Corte de las Estrellas estaba imbuida de una melancólica y sublime belleza, donde árboles brillaban con una luz pálida en la noche y entonaban música que encogía el corazón. Los caballeros y damas de la Corte se embarcaban en gestas épicas, duelos de honor y trágicas historias de amor y venganza que perdurarían en el recuerdo a través de las Edades.El hechizo de la Reina Elfa se extendió más allá de los
límites del Bosque de la Reina y cubrió los territorios del Imperio Dragón. Como en
un sueño irreal, pueblos y aldeas se convirtieron de alguna manera en las versiones
idealizadas de los lugares que podrían ser.
El Príncipe de las Sombras pasó de ser simplemente el más audaz y
enigmático de los criminales a cometer los robos legendarios que se le
atribuyen, ya fuera robar la luna, la risa de una condesa, o las murallas de un
castillo. Los magos construyeron torres que ascendían al Supramundo para
embarcarse en el estudio de la alta magia. Los dragones planteaban acertijos y
juegos de ingenio a los saqueadores que se aventuraban en sus moradas, en vez
de reducirlos a cenizas o devorarlos sin más miramientos. Un campesino podía encontrar un pato de jade y ganar un reino, un rey podía
perder su reino por ganar un pato de jade. Incluso los enanos abandonaron por
un tiempo su obsesión con Bajamorada y se concentraron en la artesanía y la
creación de objetos maravillosos. Fue así como surgieron los maestros
forjadores de ideas, capaces de moldear conceptos abstractos y darles forma y
presencia física.
Otras criaturas maravillosas nunca vistas antes en las
tierras del Imperio aparecieron en esta Edad, atraídos por el embrujo de la
Reina Elfa, quizá procedentes del mismo lugar de que vino: Faunos, pixies,
ninfas y unicornios. También los terroríficos redcaps, ansiosos por teñir sus gorros
de rojo con la sangre de sus víctimas.
Iconos de la Quinta Edad
La Princesa Consorte era la más amada de la Reina y regente
de los elfos en su nombre. Sólo ella podía percibir la presencia de la Reina y
visitarla en sus aposentos.
El Caballero de Plata era el mejor y más valiente de los
caballeros de la corte, capaz de las más grandes proezas e inspiración de
paladines. Desgraciadamente se enamoró de la Princesa Consorte, lo que permitió
a la Narradora atraparlos en un triángulo amoroso con trágicas consecuencias.
La Vieja Bruja del Pantano vivía en una casa con cola y patas escamosas, como un dinosaurio, y lo mismo podía roer tus huesos hasta el tuétano que pronunciar sombrías advertencias sobre tu futuro; advertencias que por alguna razón eran en muchos casos, ignoradas con total despreocupación. Contra su instinto habitual tomó a una muchacha como criada, que aprendió todo lo que pudo de su ama y luego la tiró a una bañera de ácido.
La Narradora era una hechicera que extraía su poder de la
magia de los relatos, tejiendo historias y moviendo los hilos de la trama para
obtener. Actuaba motivada tanto por su obsesión por la narrativa como por aumentar
su propio poder, creando historias felices como trágicas sin consideración
hacia el destino de aquellos que se veían atrapados en ellas.
Leyendas, Legados y
Amenazas
Se dice que la Reina Elfa conjuró en sueños reinos enteros y
que esos reinos desaparecieron al terminar la Edad. Algunos viajeros
extraviados afirman haberse echado a dormir a la intemperie y despertado en
esos reinos, o quizá haberlos visitados en sueños.
Los redcaps aterrorizaron pueblos y regiones durante esta Edad, hasta el punto de que hay viejas leyes que prohíben a gnomos y enanos llevar gorros picudos, no sea que los confundan con un redcap y causen el pánico generalizado. O que los decapite algún aventurero impulsivo.
Se dice que si el Bosque de la Reina era una tierra de ensueño, el Bosque Amargo era el lugar donde se concentraban las pesadillas. Grandes zarzas bloqueaban el paso, y desde la linde se podían oían extrañas voces y risillas inquietantes. Aquellos que penetraban en su interior no regresaban jamás. En la sabiduría popular los zarzales traen mala suerte, y es costumbre podarlos antes de que crezcan demasiado.
El Anillo de la Consorte fue creado por uno de los forjadores de ideas enanos. Es un objeto muy codiciado por sus implicaciones políticas.
El Palacio de los Espejos era la morada de la Narradora, donde seguía sus múltiples creaciones. Se dice que el acto final de venganza de la Reina Elfa fue encerrarla en sus espejos por toda la eternidad. El Palacio fue engullido por el Ladrón de Piedras tras su reaparición en una Edad posterior.
Un relato popular de esta Edad es que es posible salvar a un ser querido enfermo y al borde de la muerte si uno es lo bastante osado como para viajar a la Necrópolis y retar a una partida de ajedrez al Rey Exánime. La historia es cierta, pero las palabras rituales de desafío se han perdido. El rey tuerto y manco aún las recuerda, y quizá se sentiría inclinado a complacer a aquel que las pronunciara en su presencia.
Como terminó la Edad
El Sueño terminó. La Reina Elfa despertó. Quizá debía
despertar porque su sueño se había llenado de celos y amargura por los amores
ilícitos entre la Princesa Consorte y el Caballero de Plata, y los zarzales
ponzoñosos se extendieron desde el Bosque Amargo hasta ahogar todo el mundo; quizá la culpa de todo fue de las
maquinaciones de la Narradora, o quizá éste siempre fue el precio del hechizo.
Quizá es nada puede durar para siempre. La Laguna se secó y se marchitó, la Reina
Elfa y su Corte se convirtieron en polvo. Todo se desvaneció como en un sueño.
Notas
- Los elfos obtienen un resultado de cenit en esta Edad, lo que me sugirió la idea de una Edad de tragedia artúrica y cuentos de hadas.
- Los redcaps aparecieron en nuestra campaña, y los incluí para que la Quinta Edad no resultara demasiado edulcorada.
- La casa de la Bruja del Pantano es una referencia a Baba Yaga.
- Aunque en el Book of Ages hay un icono similar, la Narradora y su Palacio de Espejos son una referencia a Brujas de Viaje, de Terry Pratchett.
- Las zarzas del Bosque Amargo son una referencia a los Elfos del Brezal, que aparecen en el 13th Age Bestiary 2. A la gente a la que habla del tema le arrancan partes del cuerpo así que no diré más.
- El Anillo de la Consorte es uno de los objetos mágico en Book of Loot. Estuve a punto de introducirlo en la campaña, pero no creía que le fuera a sacar suficiente partido.
- Los viajes a la tierra de los muertos para salvar a un ser querido son un tema universal de la literatura humana, aunque la imagen específica de desafiar a la muerte a jugar al ajedrez fue inspirada por El Séptimo Sello y por King Quest VII. (que no se diga que soy pretencioso en mis referencias)
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