Dracula Dossier (Sesión 32): El vampiro de las Azores - parte 1

 

Agentes

• Arno Heinz Berghof
• Ezequiel Levi
• Marco Gatto
• Thiago Salgado
• Yevgeny Gromov

Vector de Entrada

Tras destruir a Lord Caldwell, los Agentes  viajan a las Azores.

Objetivos

• Recabar información sobre Jaime Castanho.

Desarrollo

Aunque los Agentes no pudieron evitar que Le Dragon Noir fuera pasto de las llamas, las notas, archivos y material médico recuperados por los Agentes les permitieron confirmar que Caldwell estaba utilizando cruzando el linaje presuntamente divino de los Harrison para su programa genético, asegurándose su obediencia desde la gestación mediante una mezcla de rituales dracónicos y  un suero homeopático derivado de su propia sangre vampírica inyectado en el útero.

Los Agentes descubrieron también que Caldwell había desarrollado la idea a partir de una muestra de "Suero S" o "suero de Seward", que había sido robado de una instalación de Edom en Whitby por mercenarios a sueldo de Caldwell a principios de los años 80. 

Con esta información, los Agentes abandonaron Argentina para dirigirse a las Azores resueltos a cerrar el expediente de otro vampiro: "Jaime Castanho", también conocido como James Brown. 

Del dossier proporcionado por Edom y sus propias pesquisas, los Agentes averiguaron que las empresas de Castanho estaban gestionadas desde Lisboa por Verónica Abreu, , mientras que Castanho residía una villa fortificada en la isla de Terceira, administrada por uno de sus hombres fuertes, Marcelo Sosa.

Investigando a Sosa y sus posibles conexiones criminales, los Agentes descubrieron que había estado conectado con Aginter Press, parte de la rama portuguesa de la Operación Gladio: Una red paramilitar y anticomunista financiada por la CIA sospechosa de varios atentados terroristas y asesinatos, y otras actividades durante los años sesenta. También observaron que Sosa a pesar estar cerca de 85 años, no aparentaba más de sesenta en las fotografías públicas que encontraron.

Buscando más información, los Agentes se infiltraron en las oficinas de Sosa en Terceira y descubrieron que estaba pagando a policías e inspectores en las Azores para encubrir una serie de desapariciones de turistas y lugareños en el archipiélago a lo largo de varias décadas. Los Agentes observaron que estas desapariciones se daban con más frecuencia en torno al día de San Andrés. También descubrieron correos que Sosa había estado intentando recabar información sobre vampiros en el viejo mundo

Tras confirmar que Sosa tenía un yate en revisión en la marina de Terceira y que pronto iría a buscarlo, los Agentes concibieron un plan para seguirle y tras comprobar que solo iba escoltado por tres de sus guardaespaldas, preparar una emboscada...