Reencuentro con el Ladrón de Piedras

 

A pesar de que no ha tenido ningún éxito en España, 13th Age es uno de mis juegos favoritos, en parte por la mezcla de elementos tácticos y narrativos, pero sobre todo gracias a Eyes of the Stone Thief, la megacampaña de 300 páginas que enfrenta a los jugadores al Ladrón de Piedras: una mazmorra viviente que emerge aquí y allá devorando pueblos y ciudades y causando caos y devastación por donde pasa; algo así como Godzilla o una catástrofe ambulante en versión mazmorrera.

Entre finales de 2016 y principios de 2020 dirigí esta megacampaña, llevando a los personajes de ser unos aventureros principiantes a héroes de nivel épico. Y entonces a apenas una sesión de terminar, y con los héroes adentrándose en la mazmorra por última vez para destruirla y salvar el mundo, llegó la pandemia y tuvimos que suspender nuestras sesiones.

Después me enredé con otras cosas, mi carga de trabajo en el curro se multiplicó por cinco, y aparte empecé a dirigir Dracula Dossier online. Y el final se quedó.

Hasta que hace un par de meses llamé a los jugadores y les dije. "A la mierda. Terminemos esto." Y todos estuvieron de acuerdo, y tras coordinar agendas fijamos una sesión. Les envié las fichas para que se las leyeran (no lo hicieron, claro).

Así que montamos la partida. Y aunque al final tenía que ser una sesión son dos, porque nadie se acordaba de las reglas. Y fue genial volver a ver a los jugadores sudar tinta al principio de un combate chungo (teniendo en cuenta que tras tres años sin tocar las reglas tienen que manejar personajes de octavo nivel),  y ver como retoman la dinámica, empiezan a decir "espera, puedo usar este poder") y  le dan la vuelta a la situación.

Como en los viejos tiempos, vamos.

Y ahora ya, solo queda un último combate por finiquitar, y con esto habremos puesto fin a la historia del Ladrón de Piedras. Detrás quedan recuerdos entrañables  y una de mis mejoras experiencias como director de juego.