Desafío de Creación de Personajes 2023: Día 22
El cuarto personaje para Swords of the Serpentine proporciona la oportunidad de usar las reglas de Hechicería.
Comentarios del proceso
Girolamo Barbieri
Profesión: Hechicero
Adjetivos: Sensible, nervioso, delicado, rebosante de poder
Motivaciones (¿qué es lo mejor en la vida?): Crear música. Ser reconocido por tus logros. El hormigueo que recorre tu cuerpo cuando invocas la Canción. .
Habilidades de investigación: Corrupción 2, Encanto 3, Saber Olvidado 1, Nobleza 1, Intimidación 1, Confiable 1, Profecía 1, Sangrías 1
Aliados: Mercanti 1, Iglesia de Denari 1
Enemigos: Iglesia de Denari (Inquisidores) 1
Habilidades Generales: Atletismo 3, Remendar heridas 5, Robo 2, Sigilo 2, Preparación 2, Influencia 4, Hechicería 8, Lucha 2
Salud 7
Moral 11
Equipo característico: Ropas recién compradas; legajos y una pluma de cisne para anotar las melodías que se te ocurren; un pañuelo perfumado regalo de una doncella que adora tu música y que ahora se apodera de tus pensamientos; aguja e hilo para coser tus estigmas; heridas supurantes como bocas que se abren y cantan al menor roce; un zumbido constante justo bajo el umbral de audición que te sigue a todas partes; la suave música, siempre en lo más profundo de tu mente.
Hijo de un barbero cirujano, Girolamo ha amado la música desde que era niño. Soñaba con componer himnos a la mayor gloria de la diosa Denari, pero carecía del talento o la educación para ello. Intentando aprender, leyó cada texto sobre música que cayó en sus manos, hasta que encontró un extraño grimorio que mencionaba cómo obtener inspiración de las musas llevando a cabo un ritual en una capilla perdida en los sótanos sumergidos de la ciudad.
Fue allí y cantó en un idioma cuyas palabras no comprendía, sintiendo como su voz alcanzaba un volumen más allá de lo humanamente posible, y todo se volvió negro. Despertó en su habitación sin recordar como había llegado hasta allí.
Tras esto, la inspiración musical le llegó de forma natural, y empezó a ganar fama como compositor, así como el favor de ricos patrones. Sin embargo, no tardó en darse cuenta de que la música en su cabeza cantaba para él, como incitándole a una mayor grandeza, como si estuviera viva. Y luego los estigmas empezaron a manifestarse.
Aterrorizado de ir a la Inquisición, buscó la ayuda de Corso Daddo. Corso estuvo a punto de sugerirle que le hiciera un favor al mundo tirándose a la laguna, pero dándose cuenta de que el pobre imbécil no había querido hacer daño a nadie aceptó ayudarle a regañadientes. Corso sospecha que Girolamo tiene un dios menor alojado en su cabeza y que no hay manera de sacarlo de ahí, así que de momento intenta contener los daños evitando exteriorizar corrupción mágica, para que la Inquisición no venga a por ellos. Por supuesto, si la Inquisición descubre que está usando hechicería para componer himnos a Denari, van a tener un problema.
Girolamo se siente atrapado. Está empezando a asimilar que las canciones que componen no son para gloria de Denari, sino para otro ser... pero renunciar a su poder implicaría renunciar a su fama, a su música, a todo lo que ha conseguido...
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