Desafío de Creación de Personajes 2023: Día 20

 

Segundo personaje para Swords of the Serpentine es un guiño a los arquetipos de serie negra con un giro sobrenatural. 

Corso Daddo

Profesión: Centinela

Adjetivos: Manco, correoso, obstinado, perspicaz.

Motivaciones (¿qué es lo mejor en la vida?): Obtener una pizca de justicia en este mundo de mierda. Patear a un hechicero en sus corruptas pelotas; una calada nocturna a un cigarro seco.

Habilidades de investigación: Tic de Mentiroso 2, Visión Espiritual 1, Vigilancia 2, Provocar 2 Leyes y Tradiciones 1, Intimidación 1, Servil 1, Intenciones Criminales 1

Aliados: Plebeyos 1, Monstruosidades 1

Enemigos: Cultos hechiceros 1

Habilidades Generales: Atletismo 4, Remendar heridas 3, Preparación 8, Sigilo 4, Influencia 8, Lucha 3

Salud 7

Moral 11

Equipo característico: RopaUn brazo marchito e inútil que antes era tu brazo bueno; una cara como un mapa de carretera y omnipresente barba de un día; un abrigo de cuero parcheado; una maza bien equilibrada; un amuleto de Denari; un "acuerdo" con una costurera que por alguna razón todavía te aguanta; un paquete de cigarros resecos que fumas sin parar. 

La vida eclesiástica nunca fue para Corso, pero aquellos que nacen con el don de la Visión Espiritual suelen ser reclutados como futuros Inquisidores por la Iglesia de Denari. Por un tiempo le fue bien; era listo, aunque vulgar, y se preocupara por las víctimas colaterales de la hechicería.

Entonces llegó el caso Vanuccio. Comenzó como una investigación de rutina sobre un destacado ciudadano acosado por hechiceros, lo que no es infrecuente, y se convirtió en un follón de cojones cuando una masa de Corrupción explotó en medio de la ciudad, lo que provocó la disolución del citado Vanuccio, que Corso perdiera un brazo, y que varios bloques tuvieran que ser puestos en cuarentena para una limpieza espiritual a fondo. Fue un escándalo que puso a la Iglesia en un aprieto, y además se descubrió que Corso había estado acostándose con la mujer de Vanucci. Así que le echaron.

Ahora Corso trabaja como independiente solucionando problemas para aquellos que no tienen los medios o el interés en llamar la atención de la Iglesia. Y lo prefiere así. De esta forma puede mantenerse al tanto de lo que pasa y hablar con gente (y con cosas que normalmente no serían consideradas como "gente") que jamás hablaría con un Inquisidor de la Iglesia.