Leyendo Blade Runner The Roleplaying Game (Parte 5): Los Angeles, 2037
Mira que me cuesta leer los capítulos de reglas cuando no es como referencia para dirigir el juego. En cualquier caso, ya hemos alcanzado los capítulos en los que se aborda la ambientación del juego: La ciudad de Los Ángeles.
El capítulo 5 se titula “A Tale of Two Cities”, me imagino (para mi eterna vergüenza, no he leído casi nada
de Dickens) que en alusión a los dos mundos que coexisten en LA: El de los
megarricos que viven vidas de opulencia y derroche en la cima de las
megaestructuras que dominan la ciudad, y el de los pobres y desposeídos (la
mayor parte) que se apiñan en torno a los cimientos y en los pisos inferiores.
Sería tentador resumir la
ambientación como “El clima se ha ido al garete, los ricos son aún más ricos y
los pobres más pobres.” Y no sería mentira. No obstante, existen algunas
notables diferencias con las extrapolaciones del futuro que realizaríamos hoy
en día, ya que el universo de Blade Runner se ha convertido a todos los efectos
en un retrofuturo (la gente sigue leyendo periódicos y usando teles de rayos
catódicos, para empezar). A esos efectos se da un repaso de la tecnología existente,
que incluye más aparatos analógicos de lo que cabría esperar, pero también asistentes
digitales o “DiJis”.
Descrito de esta manera resulta un
tanto difuminado, como pintado con trazos de brocha gorda; (lo que no es de extrañar, dado que la
ambientación se basa en un par de películas fundamentalmente visuales y sólo vagamente
inspiradas por la novela original de Philip K. Dick) La verdad es que lo
prefiero así. Blade Runner siempre me ha dado la misma impresión que
Casablanca: Una tierra de sueños de celuloide, más que un lugar real (para
ambientaciones hiperdefinidas de ciencia ficción ya tengo Eclipse Phase o
Transhuman Space).
De todas formas, una ambientación
de rol necesita cierta estructura, así que en este capítulo se describen los
diferentes sectores que constituyen la megalópolis de Los Angeles, desde el
sector central que alberga la burocracia administrativa y policial, al distrito
universitario (¿qué aspecto tiene una universidad, me pregunto?), la zona
comercial y de compras, los lugares de copas y recreativos, y la obligatoria
referencia a la zona de combate urbano entre bandas callejeras (que aquí se
llama “Retirement Row”). En líneas generales, la descripción de la ciudad es
neón-noir: Un cruce entre una ciudad de los años 40 vista a través del filtro
del futurismo de apocalipsis urbano de los 80, y que incluye desde precintos
policiales a locales de strip-tease, bares de sushis, tiendas de mascotas
sintéticas y hasta una tienducha del mercadillo que vende material del mercado
negro a los Blade Runner. Lo que seguramente será útil cuando uno se ponga a
dirigir el juego, que es de lo que se trata.
(De las colonias espaciales no se nos cuenta nada, porque ninguno de los personajes pasa la nota de corte ni va a ir a ningún sitio. Supongo que es posible que se detallen en algún suplemento posterior.)
El siguiente capítulo 6 ("Movers and Shakers") pasa lista a la principales facciones de la
ciudad, incluyendo el departamento de policía de LA, la Corporación Wallace
(que tiene el monopolio exclusivo de la fabricación de replicantes en la Tierra,
y que maneja los hilos que mueven la ciudad a su antojo), y (aunque sin entrar
en detalles). También se menciona, aunque sin entrar en detalles, a otros
poderes fácticos: La prensa (aquí los periodistas todavía pintan algo), la
resistencia replicante, humanos supremacistas, traficantes de órganos y sindicatos
criminales; un detalle curioso es que si no involucra a replicantes, los Blade
Runner no persiguen el crimen organizado, ya que no entra dentro de su
jurisdicción.
El capítulo concluye dando un
repaso a la evolución de los replicantes, desde los modelos primitivos (más
parecidos a automátas que otra cosa), a los más recientes Nexus, y nos recuerda
una vez más lo triste que es ser un replicante Nexus 9 en una sociedad que te
trata como a un ciudadano de segunda categoría.
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