Leyendo Blade Runner The Roleplaying Game (Parte 1): Una fantasía neon-noir

 

Más de una vez me he dicho que tengo que limitarme a comprar juegos de rol que realmente voy a jugar, o al menos limitarme a comprarlos en PDF, porque ya no me caben más libros en casa. No importa que haya realizado una purga respetable vendiendo por Wallapop, siempre termino comprando de forma compulsiva algo que llama mi atención.

Y eso es lo que me ha pasado con Blade Runner The Roleplaying Game de Fria Ligan / Free League (nunca sé como llamar a estos tíos): Que terminé por apuntarme al Kickstarter, a pesar de que, por diversas razones nunca me había convencido demasiado la idea de un juego de rol de Blade Runner.

Pero coño, se trataba de Free League. Si alguien podía hacer un juego que reflejara los temas de Blade Runner eran ellos. Y la información disponible sugería que al menos entendían lo que era necesario para que un juego así funcionara (cito, traducido de la página web de Free League):

“El juego de rol de Blade Runner llevará a los jugadores a las calles de Los Angeles como Blade Runners con habilidades, personalidades… y recuerdos únicos[…] tanto en mecánicas como en ambientación, el juego de rol reflejará los temas fundamentales de Blade Runner: ciencia ficción, intriga corporativa, drama existencial y conflicto moral, desafiando a los jugadores a dudar de sus aliados, simpatizar con sus enemigos, y explorar la corrupción y la persistencia de la esperanza y la humanidad en tiempos inhumanos.”

Esto sonaba prometedor y justo mi tipo de juego: Matones con gabardina, placa y pistola investigando casos, enfrentándose a dilemas existenciales y cuestionándose su propia humanidad. Es decir, un juego de rol centrado en recrear la experiencia básica y el núcleo moral y filosófico de la película original y de su secuela. Con un poco de suerte, con una ambientación minimalista y sin digresiones, vericuetos raros o malgastar páginas con personajes secundarios que aparecen tres segundos en una escena y cuya vida y milagros en realidad a nadie le importan (sí, esto va por ti, universo expandido de Star Wars).

Así que antes de que me diera cuenta ya había puesto una pasta en Kickstarter para el dichoso juego (para terminar de arreglarlo, una semana después anunciaron el Kickstarter de DIE, lo que no le sentó nada bien a mi tarjeta de crédito). Y ahora y casi de forma inesperada, me han llegado los PDFs del libro básico y la caja de inicio, y es hora de ver si cumple con las expectativas. 


Luces de neón, lágrimas en la lluvia


Cualquiera que esté familiarizado con los productos de Free League sabe que los valores de producción de sus juegos son excelentes, y este no iba a ser una excepción. Visualmente, el libro es im-pre-sio-nan-te. Todo, desde la maquetación al estilo de las ilustraciones (afortunadamente no hay fotos, y mejor así), te sumerge directamente en el universo cinemático de Blade Runner.  



En serio, este es uno de estos libros en que te puedes quedar embobado mirando una página negra con cuatro bloques de texto, y eso que es solo el PDF. La principal pega que le veo es que el tipo de letra es algo pequeño para el tamaño de página que emplean, una clara concesión a la estética en detrimento de la funcionalidad. 

Los Angeles, 2037


El primer capítulo proporciona una introducción al juego y establece las bases de la realidad alternativa y retrofuturista de Blade Runner recapitulando lo sucedido hasta la fecha de inicio del juego, que se sitúa en 2037, a caballo entre las dos películas (cualesquiera que sean los defectos que uno pueda atribuirle a la secuela de Villeneuve, y a mí se me ocurren algunos, lo cierto es que este juego no existiría como tal sin ella). 

En 2037, la Tierra sigue siendo un mundo agonizante y en perpetuo estado terminal con un ecosistema devastado, un gobierno mundial distante e indiferente y una economía en la que las megacorporaciones se reparten las migajas del pastel, mientras que la población es cada vez más pobre, más apática y más reducida en número, ya que todo el que tiene la menor oportunidad emigra a las colonias en busca de un futuro mejor (o al menos, de un futuro).

Para complicar aún más las cosas, hace quince años tuvo lugar el gran Apagón, una caída y pérdida total de los sistemas de información, con revueltas, disturbios callejeros y purgas contra los replicantes (a los que se culpó del Apagón porque a alguien había que echarle la culpa, como siempre). Los replicantes han estado prohibido desde entonces, pero como se han perdido los registros de bases de datos, y los modelos Nexus 8 no tienen fecha de caducidad, se desconoce cuántos siguen viviendo inadvertidos en la sociedad, haciéndose pasar por humanos normales.

En cualquier caso, la paulatina recuperación de los efectos del Apagón y las presiones de la corporación Wallace (que ha comprado las patentes de la extinta corporación Tyrell) ha permitido la reintroducción de los replicantes en con los modelos Nexus 9, menos problemáticos y más obedientes que los anteriores, pero aún así considerados legalmente como ciudadanos de segunda clase. 

Y esto significa más trabajo para la Unidad de Detección de Replicantes (los Blade Runner para que nos entendamos) que ya no se dedican en exclusiva a asesinar retirar a replicantes fugitivos, sino que también persiguen otros crímenes relacionados con replicantes (o incluso crímenes cometidos contra replicantes), así como a monitorizar grupos extremistas (ya sean  supremacistas humanos u  organizaciones clandestinas pro-replicantes). Y además, ahora incorporan Nexus-9 entre sus filas. 

Desde la perspectiva de un juego de rol, ambientar en el periodo entre las dos películas es una decisión inteligente y que hace más facil de digerir uno de los aspectos más espinosos de Blade Runner. Y es que por mucho que estuviera interpretado por Harrison Ford (y en los 80 quién no quería ser Harrison Ford), en la película original Deckard era esencialmente un cazador de esclavos con licencia para matar. Un negrero. Uno de los oficios más bajos que uno se pueda imaginar. En 2037 el contexto es algo  diferente, lo que no sólo facilita que los jugadores pueden interpretar replicantes, sino que también  expande el abanico de investigaciones en las que pueden verse involucrados… sin renunciar a la ambigüedad moral ni a las implicaciones de ser el brazo armado de un sistema moralmente repugnante que sirve a los intereses de los poderosos y explota brutalmente a una minoría  esclavizada.

En este capítulo también se explica a grandes rasgos los temas básicos (acción, ciencia ficción, drama personal, intriga corporativa y conflictos morales), lo que implica ser un Blade Runner (básicamente y como era de esperar, ser el protagonista de una historia de serie negra), y algunos conceptos básicos, como la existencia de un contador de tiempo para controlar los turnos de servicio, y el tiempo libre del personaje.

Hasta ahora vamos bien. En el próximo capítulo, las reglas de creación de personaje. Pero eso es materia para otra entrada…


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