Desafío de Creación de Personajes 2024: Día 25

 Día 25: Suero (Aquelarre - Retorno a Rincón)

Comentarios del proceso

Ultimo personaje de Aquelarre. Mañana viajamos a un futuro lejano

Suero de Tudela, el pecador arrepentido

Reino: Navarra
Pueblo: Castellano
Posición social: Villano
Profesión paterna: Monje
Profesión: Goliardo

Características
Fuerza 13
Agilidad 14
Destreza 14
Vitalidad 15
Percepción 12
Comunicación 14
Cultura 16

Apariencia 19 (attractive)
Suerte 42
Voluntad 55
RR 75 / IRR 25

Puntos de vida 14
Puntos de Fe 14

Rituales: Primus Ordo

Ventajas: Educación religiosa
Desventajas: Sordo de un oído, distraído

Habilidades: Esquivar 24%, Elocuencia 24%, Idioma (Latin) 25%, Idioma (Castellano) 100%, Leer/Escribir 73%, Correr 29%, Seducción 57%, Cantar 42%, Escamotear 42%, Teología 56%, Pelea 39%, Mazas 33%

Equipo: Maza, túnica, gorra de cuero, 100 maravedíes.

Suero era un joven pecador, él sería el primero en decírtelo. Hijo ilegítimo de un miembro del clero tuvo la suerte de ser acogido en un monasterio y demostrar una inteligencia y aptitud natural para el aprendizaje, pero a Suero no le interesaba la piedad ni la devoción, prefiriendo disfrutar de los placeres terrenales. Huyó y se encontró en compañía de pecadores, ladrones y asesinos, a los que predicaba una liturgia distorsionada para perdonar todos sus actos atroces. 

Entonces, y durante esa última batalla, alguien le dio un golpe en la cabeza y cayó al suelo. Creyó que había muerto, pero vio un angel, hermoso y envuelto en luz, sonriendole.

Entonces se encontró de vuelta en la batalla, con Val diciéndole que moviera el culo. Huyó del campo de batalla con los otros, pero ya no era el mismo; había tenido una Epifanía, comprendiendo que Dios le había perdonado la vida para cumplir con una sagrada misión. Es el propósito de Dios que alcancen el valle al que se dirigen; para qué no lo sabe, pero confía en el designio inescrutable de la providencia y hará que se cumpla su Voluntad. Entretanto se arrepiente de su vida anterior y ha decidido seguir el camino de la rectitud, como Dios querría que hiciera.